El masaje con piedras calientes es un tratamiento de relajación. Incorpora piedras volcánicas, recogidas en las playas volcánicas naturales de la costa sureste de Tenerife. Se calientan con agua a una agradable temperatura y se recubren con aceite de almendras para ser utilizadas como una extensión de las manos, logrando así el efecto deseado. El calor de estas piedras volcánicas tiene un efecto muy calmante y relajante sobre la mente cansada y es una manera muy eficaz de liberar el dolor y la tensión tanto en músculos como en articulaciones. Las piedras frías de mármol también se pueden usar durante el tratamiento para ayudar a mejorar la circulación y el tono muscular (esto es opcional, aunque a la mayoría de mis clientes les gusta disfrutar de la combinación de ambas piedras).
Durante el tratamiento las piedras se colocan a ambos lados de la columna vertebral. De esta manera se libera la tensión en el conjunto de la parte posterior y se estimulan los nervios espinales que llegan a todas las partes del cuerpo.
Las piedras calientes también se alinean en los puntos Chakra con la finalidad de ayudar a equilibrar el cuerpo, el espíritu y la mente.